Ya con la cabeza más fría, Paulo Pezzolano reconoció que tuvo un duro reto en esta etapa con el Pachuca, uno de los clubes que consideró más complicados para dirigir, dado el modelo que se emplea en la institución.
«Es el club más difícil para dirigir en México, porque se quieren entrenadores cuyos equipos sean protagonistas y que pongan a juveniles, y que también salga campeón, siendo el noveno o décimo equipo en cuanto a la inversión, porque es lo que exige la hinchada.
«Es un club pesado en ese sentido. También es una afición que cuando tuvo que apoyar, apoyó mucho. Todo eso te hace crecer mucho en todo sentido», mencionó en una entrevista con una radiodifusora charrúa.
Asimismo, reiteró que su salida fue algo pactado por ambas partes y nada se dio de mala manera ni de forma precipitada.
«Quiero comunicar que llegamos a un acuerdo para nuestra salida. En primer lugar, agradezco al presidente, directivos, cuerpo técnico, jugadores, colaboradores y empleados de la institución por el apoyo y respeto recibido en estos dos años que formé parte de este equipo».
Por último, mencionó que se mantendrá un mes todavía en la capital hidalguense, esperando alguna oportunidad de trabajo en la Liga MX, aunque tampoco se cierra a volver a dirigir en su país.