El Pachuca vive días de cambios acelerados y decisiones drásticas. Apenas unos días antes de disputar el play-in del Apertura 2025, los Tuzos anunciaron la salida de Jaime “Jimmy” Lozano como director técnico, poniendo fin a un regreso que prometía pero nunca cumplió.
Lo que empezó como un arranque prometedor –con cuatro victorias en los primeros partidos– terminó en una serie de decepciones, derrotas inesperadas y marcas perdidas que hicieron insostenible su proyecto en la Bella Airosa.
El paso de Lozano por Pachuca fue un vaivén de alegrías efímeras y tropiezos históricos: eliminación en la Leagues Cup, caídas ante Santos, Tigres y Tijuana en casa, y un Apertura 2025 que llevó al equipo del primer lugar a la novena posición. Su saldo final: 24 partidos dirigidos, ocho triunfos, cuatro empates y 12 derrotas, con apenas 38.89% de efectividad, sin dar oportunidad a canteranos, algo que no ocurría desde 2009.
Con la salida del Lamborjimmy, el club ya apunta por Esteban Solari como el nuevo timonel. El argentino de 45 años llega con experiencia internacional y un historial de triunfos llamativos: desde su paso por Johor Darul Ta’zim en Malasia, pasando por Everton de Viña del Mar en Chile, hasta Godoy Cruz en Argentina. Con Solari, Pachuca vuelve a apostar por un técnico extranjero tras más de un semestre con entrenador mexicano, buscando recuperar estabilidad y competitividad en el momento más crítico de la temporada.
El primer desafío de Solari, si se concreta su llegada, será nada menos que el play-in, donde los Tuzos recibirán a Pumas el 20 de noviembre. Con la presión al máximo, el nuevo proyecto blanquiazul deberá conjugar experiencia, táctica y resultados inmediatos para salvar un semestre irregular y mantener viva la esperanza de volver a la fiesta grande. Pachuca cambia de rumbo, y la Bella Airosa espera que esta vez el timón argentino lleve al barco tuzo a buen puerto.
