Alberto Witvrun.-El problema del confinamiento de los residuos sólidos de Actopan uno de los municipios importante de Hidalgo es un problema añejo junto con la creación de un nuevo panteón municipal al que ninguna de las últimas administraciones ha dado solución definitiva, pero no han generado tanto malestar con la autoridad como ahora por las pésimas decisiones tomadas por la alcaldesa a quien acusan de estar mal asesorada por el empresario de ferias y organizador de bailes, el tulancinguense Pedro Canales Vega.
En los últimos días el problema de confinamiento de la basura se agravó al cancelarse el contrato con el particular Omar Ramírez quien percibía según datos no confirmados 50 mil pesos mensuales por la renta del predio donde se depositaban los desechos, lo que para la presidenta era mucho dinero, por lo que se dice que fue contratada una empresa de Tulancingo, lo que tampoco se ha confirmado.
Si no fuera suficiente el problema, Ángeles Moreno acordó con su homólogo de San Salvador Armando Azpeitia Díaz recibir los desechos de la vecina municipalidad y, junto con el cambio de lugar de depósito, también les quitó el sustento a 50 familias de pepenadores que separaban la basura y vendían cartón, vidrio, pet, aluminio de donde obtenían sus ingresos.
El problema no para ahí, vecinos de la colonia Cerritos, retuvieron un par de camiones recolectores para evitar que sigan derramando la basura en el auditorio de la Unidad Deportiva, por eso ahora lo hacen en la instalaciones de la feria y antes en el corralón, no obstante que resolver el problema fue junto con lo de un nuevo panteón unos de sus compromisos centrales de campaña y en este último caso los vecinos de Dajiedhi se oponen a que en su comunidad se ubique el nuevo camposanto.
Pero las críticas más graves que recibe la presidenta Tatiana Ángeles Moreno es la influencia que tiene sobre la administración municipal el empresario tulancinguense Pedro Canales Vega que fuera un activo militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) durante el gobierno de Ricardo Bravo Delgadillo y posteriormente fuera candidato a diputado federal por Convergencia; por lo pronto la desaprobación al gobierno actopense, se centra en el problema del confinamiento de los desechos sólidos.