Alberto Witvrun.- En barrios y colonias en los últimos días aparecieron pequeñas en barrios y colonias de
Pachuca lonas con la imagen de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia
Sheinbaum con la leyenda #EsClaudia, mientras en un local de la colonia Palmitas se reúne
semanalmente un grupo de profesionistas y empresarios para definir estrategias de apoyo
al canciller Marcelo Ebrard en una abierta carrera por la candidatura presidencial de
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Esta que amenaza con ser una desenfrenada carrera se quiera o no pone en aún más en
riesgo la gobernabilidad del país porque como se acerque el 2024 no sólo los grupos
políticos también los ciudadanos estarán más ocupados en ver quién será el próximo
presidente o presidenta de México que por como deja a México Andrés Manuel López
Obrador.
De quien por cierto es la responsabilidad de adelantar la competencia sucesoria, la que se
apreció el 5 de septiembre en la protesta como gobernador de Julio Menchaca donde
hubo competencia de porras a Ebrard y Sheinbaum terciadas por rechiflas al senador
Ricardo Monreal, lo que presagia si no un rompimiento un forcejeo o una lucha intestina
que dividirá al partido gobernante.
Porque quienes no sean elegidos difícilmente se sumarán al ganador o ganadora de la
decisión del presidente e incluso pueden buscar competir por otro instituto político e
incluso buscar la candidatura independiente, así que el comité promotor de Marcelo
Ebrard y quien ya promueve con lonas a Claudia Sheinbaum, no son buenas señales
porque este fenómeno ya se repite en todo el país.
La estrategia de divide y vencerás puede revertirse esta vez, porque si de eso se trata para
que no se objete la decisión de quien será en 2024 el candidato de Morena, puede como
dice la sabiduría popular salir el tiro por la culata o bien el chirrión por el palito, por lo
pronto ya están las lanzas rotas.
