Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. En mesa de diálogo, damnificados de la inundación del pasado septiembre en el centro de la demarcación y nueve localidades, externaron su molestia con el gobierno del estado y el Instituto Hidalguense de Competitividad Empresarial, debido a que a cinco meses de la anegación no les han otorgado los créditos que les prometieron.
Los quejosos, que prefirieron no identificarse por temor a represalias dijeron que el estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico y el Instituto, les prometieron ayuda económica para poner en pie los negocios que perdieron por la sumersión en las aguas negras del río Tula, sin embargo, reiteraron que a casi 150 días de la emergencia sólo les dan largas.
Rememoraron que el pasado 22 de diciembre, después de hacer muchos trámites engorrosos y soportar actitudes déspotas y malos tratos de parte de los funcionarios estatales, por fin tuvieron esperanza de recibir los préstamos, pues les hicieron firmar unos contratos y pagarés para asegurar el retorno del dinero que les prestarían, asegurándoles que recibirán los montos en 48 horas, pero nada.
Congregados en las instalaciones de la Cámara Nacional de Comercio Tula (Canaco), externaron su preocupación por haber firmado los citados documentos, sin que se les hubiera entregado ningún monto, sobre todo porque indicaron que, se les puede cobrar un crédito que nunca les otorgaron.
En la reunión también estuvo presente Estela Moreno Cornejo, presidenta de la Canaco Tula, quien dijo que el organismo que encabeza no se ha quedado con ninguno de los apoyos prometidos y no entregados por el gobierno del estado, y que en ningún momento se ha cobrado por recibir asesorías para gestionar los préstamos: “únicamente acercamos a las dependencias con los afectados, pero no la Cámara no da ni se ha quedado ningún crédito.
Aun así, los damnificados insistieron en su molestia por no haber recibido más que promesas de ayuda y criticaron que, si pedían un crédito por determinado monto, únicamente les decían que les iban a autorizar la mitad, por lo que catalogaron la presunta ayuda como limosna.
Cabe recordar que la segunda y tercera semana de septiembre pasado, el centro de Tula, así como nueve localidades de la demarcación, sufrieron una inundación sin precedentes, la cual dejó a más de 35 mil damnificados, entre ellos, alrededor de 600 comerciantes.