Jocelyn Andrade.- La estrategia de seguridad en Hidalgo se dirige a prevenir delitos y ejecutar operativos con todas las corporaciones disponibles y cuerpos de inteligencia en un despliegue que involucra miles de agentes, porque la violencia es un fenómeno que no es exclusivo de la entidad, sostuvo el gobernador Julio Menchaca Salazar.
Esto luego de que en julio se registraran al menos 44 muertes violentas, cifra que colocó este mes como de los más críticos del año y se enmarca en una dinámica nacional que impacta a distintas regiones del país.
Precisó que para la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), policías municipales y federales, el reto se desarrolla en un entorno complejo que demanda coordinación permanente para poder enfrenar con eficacia a la delincuencia en cualquiera de sus manifestaciones.
Subrayó que los resultados deben evaluarse con base en un seguimiento a mediano y largo plazo, ya que los niveles de violencia responden a factores de alcance nacional.
Negó que exista desinterés en las corporaciones y aseguró que los cuerpos de seguridad trabajan bajo una dinámica constante de colaboración para reducir la incidencia delictiva en Hidalgo. En cuanto al robo de combustible, el gobernador explicó que esta práctica generó recursos económicos que fortalecieron estructuras criminales.
En algunos municipios los grupos delictivos obtuvieron respaldo social mediante la repartición de ganancias ilegales, situación que permitió el reclutamiento de habitantes en condiciones de vulnerabilidad.
Sobre la región de Tula, Menchaca señaló que la situación representa una alerta amarilla y no una crisis, al tiempo que destacó que la presencia institucional se reforzó a través del gabinete de seguridad y recalcó que la fuerza del Estado prevalece sobre los intereses de la delincuencia organizada.