Alberto Witvrun.- El combate a las plagas de lirio acuático y mosco Cúlex que asolan a comunidades de Tula de Allende y Tepetitlán son después de la trituración y las nebulizaciones para frenarlas,
parece una causa perdida, por más reclamos de los habitantes ribereños y esfuerzos de las
autoridades este problema nunca se acabará mientras no haya un tratamiento para los
residuos líquidos que provienen de la megalópolis.
Porque los contaminantes que contienen las aguas negras permiten la rápida
reproducción del lirio y este es el hábitat para el desarrollo de las larvas del mosco Cúlex,
esta problemática debería ser reconocida y reactivar el proyecto de las plantas de
tratamiento propuestas desde el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León y por lo
menos a ver que opere adecuadamente la de Atotonilco de Tula, que hasta ahora sólo
sirve para generar lodos residuales.
Este problema no sólo ha generado lirio y Cúlex, también ha contaminando mantos
freáticos y ha generado no se sabe hasta que grado contaminación en por lo menos una
decena de pozos que abastecen de agua a Tula, así que todo esto junto con la ola de
violencia generada por la delincuencia organizada tienen sumida en un caos integral a esta
municipalidad y a la región.
La lucha contra lirio y mosco es histórica, se intensificó en la década de los 80, cuando se
dijo que la solución serían máquinas trituradoras y el mosco de combatía con un
insecticida llamado Malatión que se descubriría más tarde tenía efectos nocivos en la
población y las fumigaciones fueron suspendidas por los Servicios Coordinados de Salud e
igual que ahora nada detuvo a las plagas.
Por eso la guerra contra lirio y Cúlex, parece causa perdida mientras no hay estudios que
ofrezcan alternativas para tratar de frenarlas, porque las perdidas económicas y en los
niveles de salud de la población son graves y revertir los efectos de la contaminación
requieren de acciones que van más allá del saneamiento del río Tula; por lo pronto lo que
antes que estas plagas parece impostergable es resolver el suministro de agua potable
para la población, ante la contaminación de los pozos.
