Alberto Witvrun.- Se desconocen los ajustes que en materia de política interior se aplicarán en Tula
municipio y región, pero se analizan medidas para atender la problemática e
ingobernabilidad que aqueja, en la que mucha responsabilidad tiene al presidente
municipal morenista Cristhian Martínez Reséndiz, después de los dos días de trabajo del
secretario de Gobierno Guillermo Olivares Reyna.
La señal clara no fueron las reuniones públicas o Jornadas por la Paz, en ellas se atendó la
problemática general, aunque hubo quien expuso lo grave de la inseguridad y la violencia
que tienen en jaque a la población, mientras el alcalde se lava las manos diciendo que lo
importante es la prevención, pero eso le toca al gobierno estatal, es decir que elude toda
responsabilidad.
No es en lo único; existe anarquía administrativa, ambiental, política y social, en suma, hay
una crisis generalizada que hace temer en que la violencia por la pugna entre grupos
criminales afecte a la población civil, en daños colaterales que nadie de la sociedad
tulense quiere, más cuando existen proyectos estratégicos que conllevan millonarias
inversiones públicas y privadas, que se pueden ver alteradas por la inseguridad.
Sobre el escritorio de Guillermo Olivares Reyna, esta la problemática integral de Tula, para
ello sostuvo reuniones privadas en el Centro de Justicia, donde escuchó a Tirios y
Troyanos, no faltaron las voces disidentes que encontraron atención y eco en el
responsable de la política interior, que dio señales de que se tomarán cartas en el asunto y
desde su competencia atenderán el reclamo ciudadano.
No se espera la destitución del alcalde morenista, pero tampoco en Plaza Juárez, ya hay
mucha tolerancia a sus desplantes e incapacidad para gobernar, menos cuando el
gobierno estatal, esta por cerrar la primera mitad de su periodo y quedan tres años para
consolidar el nuevo régimen; además Tula no será el único municipio prioritario, pero los
ajustes empezarán por ahí.
