Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Hartos del deterioro de la carretera Tula-Xochitlán y las afectaciones sociales que ello les genera, habitantes de la referida localidad se manifestaron la tarde-noche del pasado lunes en la alcaldía de Tula.
Encabezados por su delegada, Jazmín Alpizar, los inconformes comentaron que las autoridades estatales y municipales los «han traído a la vuelta y vuelta» para dar seguimiento a la reconstrucción de la segunda etapa de la arteria vehicular.
Recordaron que el año pasado el estado los apoyó con la reconstrucción de la primera etapa, que constaba de 13 kilómetros, con una inversión de más de 15 millones de pesos, pero dejaron pendiente la segunda fase, que es la que más se necesita.
«El tramo que quedó inconcluso es de aproximadamente 7 kilómetros y es el más feo, está totalmente despedazado y casi intransitable, al grado de que el transporte público ya no quiere venir a la comunidad, los profesores ya no quieren venir a nuestras escuelas a dar clases y los autos de los vecinos cada vez se deterioran más», fue la voz de la mayoría.
Por separado, el representante vecinal dijo que el pasado jueves, en que se tuvo la visita del gobernador Julio Menchaca, le entregaron un escrito en el que hicieron hincapié en el tema, pero después del evento se enteraron por los medios de comunicación que no habría recurso para la reconstrucción por lo menos en lo que queda de 2025.
Solicitaron al alcalde Cristhian Evanivaldo Martínez Reséndiz ayudarlos a gestionar una reunión con el mandatario estatal, a fin de hacerle saber de viva voz la urgencia de la obra.
El presidente municipal se comprometió a buscar la atención del gobernador, aunque no puso fecha para tal efecto, y ofreció un revestimiento de la carretera mientras esperaban la liberación de recursos para la segunda etapa de reconstrucción, lo que fue parcialmente rechazado por los pobladores, quienes consideraron que el gasto sería inútil si se espera la reconstrucción total en unos meses.
Al final se acordó que el alcalde buscaría la reunión con el gobernador y se haría un expediente técnico para analizar el costo de un revestimiento provisional, para lo que se requerían dos semanas.