Después de seis años sin superar la barrera de las 14 medallas de oro, Hidalgo está firmando una destacada actuación en la Olimpiada Nacional 2025, sumando 15 preseas doradas, además de 11 platas y 17 bronces, para un total de 43 medallas. La cifra no solo marca un repunte deportivo, sino también desmiente las proyecciones iniciales que apuntaban a un bajo rendimiento de la delegación.
En los primeros días de competencia, el entorno había encendido prematuramente las alarmas por la aparente escasez de medallas, emitiendo juicios simplistas sin considerar el desarrollo completo del calendario. Con el cierre de varias disciplinas, quedó demostrado que el proceso competitivo necesitaba tiempo, y que los atletas hidalguenses respondieron con creces.
Desde 2021, cuando comenzó la etapa de los extintos Juegos Nacionales Conade, Hidalgo se había estancado en cifras que no superaban los 14 oros. En 2021 se obtuvieron 10, en 2022 solo ocho, mientras que en 2023 y 2024 la cosecha fue de 14 en ambos años.
Este 2025, con el regreso oficial del formato de Olimpiada Nacional, el estado finalmente volvió a romper esa barrera.
La actuación, además, cobra valor histórico: Hidalgo se encuentra a solo dos oros de igualar su cuarta mejor marca en esta justa multidisciplinaria, que es de 17 medallas doradas, cifra conseguida en 2016, 2017 y 2019. Por encima de esas campañas están solo las ediciones más brillantes: 2012, con 24 oros; 2013, con 20; y 2014, con 18.
Este paso al frente ha sido respaldado por la gestión del Instituto Hidalguense del Deporte, al frente der Óscar Pérez, quien ha enfatizado en procesos de desarrollo y continuidad para las distintas disciplinas. Con varias competencias aún en curso, la posibilidad de empatar o incluso superar esa marca histórica de 17 oros, sigue abierta.
Más allá de los números, esta Olimpiada Nacional 2025 ha demostrado que el deporte hidalguense tiene bases sólidas, talento emergente y una estructura capaz de competir con los mejores del país. Y, sobre todo, que los resultados hablan por sí solos, incluso cuando los pronósticos apuntan en otra dirección.