Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Aunque se quiere resolver la problemática social y de seguridad derivada de la pugna por el control de la planta cementera La Cruz Azul, entre dos grupos, hasta ahora no hay una solución, reconoció el presidente de la comisión de Gobernación del ayuntamiento, Félix López Castillo.
Ni siquiera los gobiernos estatal y federal han podido resolver; aclaró que es un conflicto entre particulares que se debe resolver con voluntad de ambos grupos y por la vía jurídica,
por lo que al municipio no le corresponde dar solución.
Al municipio, sostuvo, solo le corresponde proporcionar los servicios y tratar de garantizar la seguridad social en el polígono conformado por Ciudad Cooperativa Cruz Azul y su zona de influencia que son diez localidades al sur de la demarcación.
Aseguró que el gobierno local no rehúye a la responsabilidad que le corresponde, por ello se ha tratado de actuar como mediador, ni a favor ni en contra de ninguno de los dos bandos, quienes son los que finalmente tienen que resolver.
El conflicto por el control de la cementera Cruz Azul, asentada en el antiguo Jasso, estalló en agosto de 2020, cuando el grupo de Federico Sarabia Pozo, se autoproclamó mandamases de la Cooperativa, ante la salida del director general, Guillermo Álvarez.
Con esa medida, que no se ejerció mediante una convocatoria formal a Asamblea general de socios del núcleo, se depuso a Víctor Manuel Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez como presidentes de los consejos de Administración y Vigilancia de la empresa, respectivamente.