Alberto Witvrun.- Entre la clase priista se acuñaron frases que se convirtieron en leyes no escritas durante
las décadas que ostentaron el poder político, una de ellas fue la de “Forma es Fondo” lo
que sigue aplicando ahora en Hidalgo después de catorce meses de no estar en el poder y
con un grave rompimiento interno tanto nacional como estatal, donde hoy surgen
salvadores y redentores de quienes dicen van a rescatar a la militancia que aún cree en el
Revolucionario Institucional (PRI).
Así se convocan y anuncian proyectos como el ex gobernador Francisco Olvera Ruiz quien
reunió a parte de su gabinete y beneficiarios de su gobierno para anunciar la creación del
movimiento priista Punto de Encuentro, sus detractores dicen que el trasfondo es lanzar a
un cargo de elección popular a su esposa Lupita Romero Delgado.
Días después en Huichapan hubo otra reunión de priistas en torno al ex diputado José
Antonio Rojo García de Alba, sobresaliendo la presencia de su hermano Jorge y de quien
fuera coordinador de la 53 Legislatura local Leopoldo Rodríguez Murillo, es decir se
juntaron tres personajes que en diferentes momentos dirigieron al PRI.
Pero como la forma es fondo, estas reuniones dejan claro que, en el otrora hegemónico
partido, hoy cada quien se rasca con sus propias uñas, y consideran espurio a Marco
Antonio Mendoza Bustamante quien se desgarra las vestiduras al asegurar que el PRI esta
vivo y unido, mientras cruza los dedos porque el efecto Xóchitl le recupere votos al PRI,
aunque beneficiará más a Acción Nacional (PAN).
Y en este ejercicio de cada quien para su santo, están los presidentes municipales que por
su trabajo político y de gobierno, competirán con sus candidatos contra los que postule
Morena, los de El Arenal y Tulancingo, que solo por cortesía aceptan reunirse con
Mendoza Bustamante que nada hace si no lo autoriza su jefa Carolina Viggiano, así que
asistimos a la formación de tres o cuatro expresiones en el priismo hidalguense, muy
alejadas de la unidad que pregona su espurio dirigente.
