Alberto Witvrun.- A dos décadas del intento golpista de Alejandro Rosas García contra Gerardo Sosa
Castelán, con el congreso Somos Diferentes que marco su destitución y la desaparición de
la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH), en mayo de 2003, un
movimiento Natural, no manipulado está por lograr un parteaguas en la comunidad de la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH): la democratización de la
organización estudiantil.
La destitución de Esteban Rodríguez Dávila, cuyo periodo concluyó en 2021 en el Consejo
Estudiantil Universitarios del Estado de Hidalgo (CEUEH) creado el 26 de septiembre de
2003 con la elección de Christian Guevara Gálvez tras el interinato de Alberto Madrid
Cortez quien justificó la extinción de la FEUH, que era una amenaza para la hegemonía de
Gerardo Sosa, que la utilizó para apoderase de la UAEH, es exigencia de los alumnos que
tienen en paro a la universidad desde el 20 de septiembre.
Dirigentes estudiantiles y sindicales han sido títeres de Gerardo Sosa tiene una jefatura
vertical en la UAEH desde 1982 y los últimos dos, anti estatutariamente permanecieron
cinco años en el cargo; Jorge Mayorga Olvera dejó el CEUEH sólo cuando era diputado
local electo por Morena en 2018 y Rodríguez Dávila quería seguir sus pasos, pero todo
indica que su cabeza rodará.
En 20 años de existencia el CEUEH ha tenido cinco dirigentes, a los mencionados se suman
Fernando Enciso y Juan Carlos Muñoz; por cierto, el relevo natural de Mayorga Olvera era
el entonces dirigente del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) Omar Nájera
Pérez, quien declinó para dar paso a un proceso con cuatro aspirantes dos mujeres y dos
hombres.
El entonces preparatoriano Esteban Rodríguez obtuvo además del apoyo de Nájera Pérez
el visto bueno de Gerardo Sosa y la simpatía del rector Adolfo Pontigo, hoy los tres se
arrepienten porque no tuvo liderazgo ni control y fue factor de que el movimiento parista
se radicalizará.
En este escenario y lograr la destitución de Esteban Rodríguez, los universitarios no deben
confiarse; Gerardo Sosa sabe el peligro que representan para él, consejeros estudiantes
electos democráticamente y tratará de evitarlo.
