Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- El escenario de inseguridad es muy grave y debe atenderse de manera pronta y oportuna por parte de autoridades municipales y estatales, dijeron comerciantes (de giros nocturnos) del centro de la demarcación y localidades aledañas, quienes han sufrido de bajas ventas en los últimos días por falta de clientela.
Consideraron que la gente tiene miedo de lo que está ocurriendo y por eso ya no sale: “Apenas empieza a obscurecer y se vacían las calles”.
Los mercantes, quienes prefirieron no ser identificados por cuestiones de seguridad, comentaron que, de alguna manera, la ciudadanía tiene razón, ya que se han enterado a través de medios y de redes sociales que en los últimos días se registraron dos “levantones” en la localidad, además de la doble ejecución que hubo en la zona de antros del centro de la demarcación.
Uno de los propietarios de dichos establecimientos dijo que los días recientes no han tenido clientela debido al clima de inseguridad, agregando que hay la percepción de que Tula se convirtió en “un pueblo sin ley” después de que el alcalde Manuel H.B. fuera detenido el pasado lunes.
“Existe la percepción de que esto se quedó sin control y, aunque eso es más que nada una cuestión política y de justicia, algo que hacía falta, queramos o no sí afecta a la vida orgánica del municipio, porque hay un vacío de poder y una percepción de ingobernabilidad”, sostuvo.
Pidieron se refuerce la seguridad en la demarcación para evitar que haya más incidentes relacionados con la violencia, como ejecuciones, balaceras y levantones, que deriven posteriormente en el hallazgo de cuerpos.
La petición de las fuentes de información concuerda con la solicitud de una mesa de trabajo urgente por parte de los miembros de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Tula, que, a través del regidor Ricardo Baptista González, ingresaron un oficio pidiendo la atención al clima de inseguridad que priva en la ciudad.