Guillermo Bello.- Exhortan a que las familias adopten niños y adolescentes sin importar la edad ni que padezcan alguna discapacidad, durante la conferencia magistral que impartió Jono Lancaster, paciente del síndrome Treacher Collins.
“Adopción y discapacidad” fue el tema abordado por el autor e influencer británico, quien hizo un llamado a formar familias a través de la adopción de niños y adolescentes que padecen alguna discapacidad, tal como es su caso, pues fue abandonado por sus padres biológicos.
En este sentido, Edda Vite Ramos, presidenta del patronato del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Hidalgo, explicó la necesidad de que dentro de los hogares hidalguenses se den espacios a los niños y adolescentes que se encuentran bajo resguardo de este organismo.
Actualmente, se encuentran bajo el resguardo del DIFH un total de 11 niños y 18 adolescentes con alguna discapacidad, como Síndrome de Down, deficiencias mentales, paraplejia, entre otras, por ello la necesidad de realizar conferencias como esta.
Vite Ramos precisó que en la actualidad las familias con posibilidad de adoptar un menor no cuentan con restricción de composición o género, pues en el DIF de la entidad se permite que adopten madres o padres solteros y parejas del mismo sexo.
En su mensaje, Jennifer Escorcia, presidenta y fundadora de la Asociación Nacional Síndrome Treacher Collins Liam México, informó que en el país se cuenta con una población superior a un millón de niños que han perdido el cuidado de sus padres, y un estimado de más de 29 mil menores viviendo en casas de asistencia social.
La presidenta del patronato del DIF Hidalgo informó que este martes se realizará una sesión del Consejo Técnico de Adopciones, puesto que cinco menores serán entregados a sus respectivas familias, de los cuales dos padecen alguna discapacidad.
“Hoy, mañana y por el resto de sus vidas, utilicen el poder que se encuentra dentro de ustedes para cambiar la vida de alguien para siempre y, lo más importante, asegúrense de vivir sus sueños”, fue el mensaje con el que Jono Lancaster concluyó la charla.