Guillermo Bello.- En coincidencia con el último censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) la Iglesia Católica Apostólica y Romana en Hidalgo, estima un descenso en su feligresía y crecimiento en la población que no profesa ninguna fe y en otras religiones, aunque se mantiene como la mayoritaria.
Para el religioso Cenén Matías Cid Esquivel de la Diócesis de Tula, este fenómeno se deriva de que “los jóvenes tienen otra forma de pensar; quieren trabajar, tener dinero en la bolsa, bienes materiales, formar una familia y hacen a Dios a un lado”.
De acuerdo con el INEGI Hidalgo vio disminuida la grey católica en 6.6 por ciento de 2010 a 2020 año del último censo al pasar de 86.9 a 8.3 por ciento y la población que no profesa religión paso de 2.4 por ciento al 4.6.
El párroco de la iglesia de Santiago Apóstol, en Chapantongo, señaló que en 38 años de labor evangelizadora ve cambios en la creencia de la población y la presencia del secularismo, fenómeno que se incrementó en los últimos años.
Alertó que los jóvenes presentan un “vacío de fe”, pues sus padres no les inculcaron acercarse a la Iglesia, y advirtió que estas generaciones, alejan a los niños del catolicismo, pues todo lo enfocan en la adquisición de bienes.
Si bien en Hidalgo existen zonas con amplia vocación católica como el Valle del Mezquital, las nuevas generaciones son guiadas por lo tangible, por ello su necesidad de “tener el teléfono más reciente, de fiestas y amigos… porque Dios no les ofrece eso”.
Paralelamente otras religiones ganan terreno al pasar la comunidad protestante agrupada en diferentes iglesias de 6.7 a 9.8 por ciento de la población hidalguense.
Cid Esquivel afirmó que nota serio decremento de creyentes, lo que también atribuyó al surgimiento de nuevas religiones, que, si bien creen en Dios, tienen doctrinas distintas a la católica, por ejemplo, el culto a la Santa Muerte ha crecido porque quienes se acercan a ella “ofrecen que puede responder a sus inquietudes”.
Cid Esquivel aseguró que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana requiere renovarse, “los sacerdotes deben salir a donde nadie va, a los lugares más alejados, visitar enfermos, procurar a las familias con pérdidas que sufren mucho, ya que la fe es necesaria”.