Laura Elizabeth Trejo.- La tercera onda de calor que prevalece en gran parte del territorio nacional, es un fenómeno del que no se tienen registro en los últimos 30 años y continuará hasta el 18 de junio, cuando la disminuya al alta presión y pierda fuerza, señaló el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Numa Pompilio Pavón Hernández.
El panorama, dijo, es resultado de diversos eventos naturales y las consecuencias del cambio climático derivado de la contaminación. “Esta es la tercera onda de calor, pero hasta el momento es la más intensa”, dijo.
En este contexto recalcó que desde hace décadas estaba previsto que este tipo de eventos climáticos como las sequías, lluvias intensas o heladas, sean cada vez más intensos.
El investigador precisó que la sensación térmica de la onda de calor cambiará de acuerdo al lugar, ya que en sitios con más humedad se sienten tres o cuatro grados más a comparación con las de baja humedad.
“Este es un fenómeno totalmente atípico y también es riesgoso para la salud, especialmente para grupos críticos como las personas adultas mayores”, dijo.
En este contexto recomendó a la población hidratarse continuamente con agua o vida suero oral, así como no exponerse a elevadas temperaturas, las cuales persisten entre las 12:00 y las 16:00 horas.
El investigador precisó que las ondas de calor ocurren si la alta presión en zonas de gran elevación permanece durante varios días y el aire que se encuentra debajo se “hunde”, por lo que el calor queda atrapado, “esto es normal, ya que suele suceder durante los meses de verano, aunque en el centro del país es más común de manera más regionalizada en mayo y junio”.
“Aunado a ello, convergen otros fenómenos naturales como lo es el del Niño, que sucederá todo este año, el cual tiene un impacto global que se resiente fuertemente en el continente americano, en donde se calienta el océano y hay menos precipitaciones. Esto es un reflejo de lo que puede venir en el futuro por el cambio climático, es algo real y es un aviso de lo que nos espera por todas las circunstancias que están relacionadas”, subrayó.
Concluyó que pese a que existe la esperanza de reducir los gases de efecto invernadero a la mitad para 2050 aun así, la temperatura ya incrementó y lo hará aún más. Por ello, abundó, este es un buen momento para establecer estrategias para adaptarse y para trabajar en la conservación y recuperación de ecosistemas naturales”.
También se requiere el diseño de acciones, así como políticas públicas, económicas y culturales que atiendan el problema de fondo.