Guillermo Bello.- Para no pagar colegiaturas, padres cambian de escuela a sus hijos. La nueva práctica detectada por la Federación de Escuelas Particulares del Estado de Hidalgo (FEPEH), esperan no se convierta en un “modus vivendi”, pues afectaría en gran medida a los planteles.
María del Pilar Martínez Aragón, presidenta de este organismo, informó que el nivel de educación básica es el más afectado con este fenómeno, que se presenta con mayor incidencia en Pachuca, ciudad capital del estado de Hidalgo.
Explicó que en los últimos meses se ha desarrollado un fenómeno de rotación de alumnos que no se debe a cambio de domicilio de la familia o problemas de conducta, sino que tras algunos meses, e incluso tras concluir el ciclo escolar, simplemente, los menores no vuelven a la escuela en la que estaban inscritos.
Esto, explicó, es una acción que realizan los padres con dolo, pues con ello omiten el pago del adeudo correspondiente a colegiaturas e inscripciones, ya que en este sector se brinda primero el servicio y después se paga por él.
Agregó que actualmente son 360 las escuelas hidalguenses afiliadas a la Federación que encabeza, sin embargo, debido a la situación legal que se enfrenta, prefirió omitir los nombres de los planteles que han sido afectados por este fenómeno.
Martínez Aragón descartó que, como instituciones, no pueden suspender la educación de los alumnos cuyos padres no pagan colegiaturas, pues estarían atentando contra su derecho a la formación; sin embargo, es necesario atender esta problemática antes de que se vuelva un acto común, pues generaría mayores repercusiones.
En este sentido, señaló que como escuelas generan empleos por lo que tienen que pagar la nómina así como servicios e impuestos, por lo que la omisión de este pago afecta la economía de los planteles educativos de la entidad.
Aunado a ello, explicó, con el cambio de escuela se afecta la salud mental y estabilidad emocional de los menores, ya que desde el hogar se les lastima al romper con los lazos sociales que van formando, lo que a su vez puede generar cambios en la conducta del niño.
Para enfrentar este problema, dijo, es necesaria la unión de las escuelas de la entidad, así como crear un protocolo de ingreso a las instituciones con el objetivo de cerrar filas y contar con un filtro para conocer qué familias llegan a las escuelas particulares, sin condicionar, sino para conocer más a los padres, y erradicar esta práctica dañina.