Guillermo Bello.- Más del 50 por ciento de los fraccionamientos de la Zona Metropolitana no han sido recibidos por los gobiernos municipales, pues se autorizaron sin conocer que
los lugares donde se instalaron no eran aptos para ello, lo que ha generado anarquía y demanda de servicios sin planeación informó Miguel Ángel Tello Vargas.
Acusó el titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva del Gobierno de Hidalgo, irresponsabilidad de desarrolladores y administraciones municipales anteriores, explicó no generaron los servicios básicos para estos asentamientos, pues además no existe la capacidad para darlos en varias de esas zonas.
De forma histórica la autorización de fraccionamientos se hizo en zonas que, de haber contado con Atlas de Riesgos, se pudo identificar que eran lugares que podrían inundarse con gran facilidad, sin embargo, no hubo planeación.
Ejemplificó: existen Planes de Desarrollo Urbano de Pachuca en los que se identifican zonas como regiones agrícolas, y en la actualización de dichos planes ya existen construcciones, por lo que alertó sobre irregularidades para el desarrollo de fraccionamientos y aseguró que darle seguimiento a ilegalidades y denuncias mediante los cambios de uso de suelo, es responsabilidad de los presidentes municipales.
Tello Vargas informó que se ha recibido a distintos entes y organizaciones de fraccionamientos, con quienes se identificaron las principales necesidades y, a partir de ello, se presentaron proyectos en conjunto para que con poco presupuesto se pueda beneficiar a la población, especialmente en donde se anega el agua y para reencarpetar vialidades.
También en la zona sur de Pachuca hasta Tizayuca, más del 50 por ciento de los fraccionamientos que no han sido municipalizados, lo cual, es un problema de planeación, ejecución, corrupción y falta de denuncias.
Miguel Tello aseveró que existe mal desempeño de los presidentes municipales por no solicitar cuentas a las empresas que construyeron fraccionamientos, pues si bien no es un acto rentable electoral o políticamente, “alguien tiene que entrarle”.