Alberto Witvrun.- Iniciaba el gobierno de Guillermo Rossell con la estancia en la Huasteca para resolver la
problemática agraria y social, ahí aparecieron los hermanos Rivera Castillo, que lograron a
través de Orlando Arvizu llegar al mandatario que no dudo en hacer presidente municipal
de San Felipe Orizatlán a José Refugio, quien impuso somo su sucesor a su cuñado Eliseo
Espinosa Herbert, estrategia para apoderarse de esa municipalidad.
El compromiso familiar y plan trasexenal era que Fortunato fuera el tercero en gobernar
San Felipe, pero Adolfo Lugo Verduzco, tenía otros planes, la resistencia de los Rivera
Castillo llevó a la alcaldía al guardaespaldas y pistolero de Nato, Pánfilo del Ángel
Hernández, que intentó abrirle el camino a su patrón; no pudo desde la dirigencia del
Revolucionario Institucional (PRI), Jesús Murillo Karam impulsó a Gustavo Arvizu padre de
Orlando.
Al fallecer Gustavo Arvizu, gobernó Orizatlán Nicolás Viggiano Castillo y fue hasta 1994
que Fortunato Rivera fue presidente municipal, porque ya como gobernador Jesús Murillo
quiso evitar conflictos en ese municipio y en la Huasteca a la que dio estabilidad, pero el
proyecto de los Rivera Castillo de ser el grupo dominante fue cancelado porque el sucesor
fue Francisco Saab Lara, padre de la actual alcaldesa.
Por eso y al ver cancelada su influencia política Nato Rivera Castillo emigró a Morena,
logrando la diputación federal, la que no pudo refrendar, su ficticia fuerza en la Huasteca
quedó al descubierto con la derrota de su esposa en las elecciones municipales, pero logró
traducirla el 16 de marzo al ser designado delegado de Liconsa en Hidalgo, pero con esa
piscachita de poder regresó a las andadas.
Él protegió de varios delitos entre ellos se especuló un homicidio, que cometió su
guardaespaldas y ex alcalde Pánfilo del Ángel, quien en venganza años después fue
muerto en una emboscada en Las Piedras, comunidad de la que era originario y donde
fracasó un de los proyectos del gobierno rossellista, la Micrópolis Ecológica.
El sábado 15 protegió a su “asistente” Jaime Meneses que echó bala en La Báscula,
cantina en la colonia Hidalgo Unido, con tanta suerte para él y para el policía estatal, que
no dio en el blanco, aún así el probable delito es homicidio doloso en grado de tentativa,
pero por gestiones de Nato Rivera lo ocultó la Secretaría de Seguridad (SSPH) eso sí deja
de manifiesto que chango viejo, no aprende maroma nueva.
