Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Dado que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no ha querido transparentar aspectos de las obras del río Tula, entre ellos la procedencia del concreto utilizado por el plan hídrico de la demarcación, en caso de alguna desgracia en la próxima temporada de lluvias, la dependencia federal será la única responsable.
Así lo sentenciaron integrantes de las agrupaciones Todos Somos Tula y de la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, quienes manifestaron que recientemente quedó exhibido que la empresa Azul Concretos y Premezclados no participó en la obra pese a que las revolvedoras con los logotipos de la firma fueron utilizados ilegalmente por la concretera que empleó Conagua para las labores.
Por ello, expresaron que aún queda duda de la procedencia del concreto que se tendió para el revestimiento del río, dado que, a pesar de las exigencias, no se ha querido atender el requerimiento de información.
Dijeron que la interrogante, entonces, es si el cemento utilizado cumple con las especificaciones de resistencia adecuadas para soportar el agua negra del río Tula, con todo y los corrosivos y químicos que contiene.
En ese tenor, sostuvieron que nuevamente rechazan que la obra se entregue como terminada sin que se aclare esta situación y sin conocer si han construido una obra eficiente, a fin de que exista garantía de que no se va a reventar el concreto utilizado, lo que nuevamente pondría en riesgo de inundación a las familias tulenses.
Demandaron saber la realidad para tomar las medidas preventivas adecuadas y que los residentes de Tula no vuelvan a verse afectados.
Finalmente, afirmaron que el temor se funda en que en agosto pasado el puente Zaragoza, que también se intervino como parte del plan hídrico, presentó fisuras y desprendimiento de banquetas sólo un día después de que se entregara como listo.
