Alberto Witvrun.- Las revelaciones de la controvertida diputada local Sharon Macotela Cisneros que
desnudan como corruptor al coordinador de la bancada de Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena) en la 65 Legislatura al Congreso de Hidalgo, Jorge Hernández Araus
tiene mayores repercusiones políticas por ser miembros del Clan Sosa y hechura de uno
de los dos operadores políticos de Gerardo Sosa Castelán el ex diputado local Rafael
Garnica Alonso.
Nada o nadie se mueve en el grupo que domina desde 1982 a la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo (UAEH) sin la aprobación del habitante de Valle de Cáceres en Valle
de San Javier y de comprobarse la compra del voto de los diputados para aprobar
propuestas e iniciativas del ex gobernador Omar Fayad Meneses se hablaría de acuerdos
políticos que mucho tendrán que hacer dudar al gobernador Julio Menchaca Salazar de la
lealtad sosista.
Ahora que, si Hernández Araus y Garnica Alonso actuaron de mutuo propio para obtener
beneficios económicos del anterior gobierno, habrían traicionado a su jefe político, lo que
no suele perdonar Gerardo Sosa, que no permite ni por asomo decisiones en la UAEH y su
grupo político que no pasen por sus manos, así que en cualquier de los sentidos habrá
repercusión política.
Habrá que indagar que diputados de Morena aceptaron los 50 mil pesos que dice
Macotela Cisneros se ofrecieron a los legisladores, que por el propio dicho de la tulense,
Carmen Lozano Moreno y Noe Hernández Bravo no aceptaron los sobornos y serán ellos
quienes confirmen o desmientan la denuncia de su compañera de cámara, que ya empieza
a ser descalificada por Hernández Araus al interior de su bancada.
Quien por consecuencia está en problemas es su mentor el ex presidente de la Fundación
Hidalguense Rafael Garnica quien lo acercó a Gerardo Sosa, lo llevaron al Concejo de
Administración Municipal en Cuautepec de Hinojosa para impulsarlo a la diputación y a
coordinar la bancada morenista, efectos colaterales del macotelazo.
