Alberto Witvrun.- La polémica desatada por la inversión del gigante automotriz Tesla que tiene en la bolsa
10 mil millones de dólares para una gigafactory en México, generó versiones como la que
se manejó en esta columna, de que ni el anterior gobierno ni el actual había atendido esta
posibilidad, porque Julio Menchaca Salazar ahora se conoce se ocupó directamente del
tema desde que era gobernador electo.
Así que de decidirse el empresario sudafricano Elon Reeve Musk por Hidalgo no será
producto de un volado o de una decisión unilateral, tendrá que ver mucho la gestión y
promoción de las ventajas que tiene la ubicación geográfica y conectividad de la entidad
que se hizo en forma discreta sin reflectores por parte del gobierno estatal, para no iniciar
una innecesaria pelea con otros estados.
La atracción de inversión privada es un tema que conoce bien el titular del Ejecutivo que,
en su paso por la administración pública, tuvo que ver con la llegada de buena cantidad de
capitales nacionales e internacionales a la entidad que generaron buen porcentaje de
empleos en la que la discreción es estratégica se tenga o no éxito a la hora de concretarse
el proyecto.
La impresión de los inversionistas es importante para futuros proyectos y los capitales
obedecen a sus prospectivas y conveniencias para tener sistemas justo a tiempo que les
permita la productividad para recuperar inversión y obtener las ganancias programadas a
corto mediano y largo plazo.
Ahora que lo grave sería que la polémica desatada en los últimos días ahuyente la
inversión de México, porque al país le urge inversiones e inversores del nivel de Tesla y
Elon R. Musk, ahora que si la decisión favorece a Hidalgo sería altamente positivo para el
estado en lo económico, lo social y lo político de no ser así queda posicionado para la
comunidad financiera nacional e internacional.
