Alberto Witvrun.- El bloqueo de cuentas a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) en
febrero de 2019, luego de los cuestionamientos a grupos gansteriles lanzados
repetidamente desde el púlpito presidencial mañanero, mensajes velados al jefe político
de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Raúl Padilla López líder moral de quienes
controlan media docena de instituciones de educación superior, cimbró la estructura de
poder de este grupo de permanencia encabezado desde 1982 por Gerardo Sosa Castelán.
Fue tal el impacto que causó esta medida instrumentada desde la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIF) dirigida por Santiago Nieto Castillo, seguida por otras acciones que obligó
al Clan Sosa a desaparecer el periódico El Independiente y cancelar otras operaciones por
temor a que se emprendieran acciones legales y terminarán mal integrantes de la
estructura universitaria incluso le rector en ese momento Adolfo Pontigo Loyola.
Sosa Castelán, sacó del cajón sus fantasmas del pasado y culpó al subsecretario de
Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez hijo de +Arturo Herrera Cabañas e Irma Eugenia
Gutiérrez ambos cercanos a +Miguel Ángel Granados Chapa a quienes culpaba del sobre
nombre de Sosa Nostra al Grupo Universidad, que en realidad le impusieron +Roberto
Meza García y +José Arias Esteve durante una partida de ajedrez, de lo que fui testigo.
Las cuentas bloqueadas sumaban 51 millones de dólares y a pesar de los amparos los
recursos del Ministerio Público retrasaron la liberación, hasta que el pleno de un juzgado
de distrito falló en el juicio de amparo a favor de la UAEH el pasado 10 de febrero y se
desbloquearon las cuentas cuyos recursos los universitarios siempre dijeron que eran
ahorros y cuotas para las pensiones de académicos y empleados.
Santiago Nieto Castillo, hoy como encargado de la Procuraduría General de Justicia del
Estado de Hidalgo (PGJEH) quien emprende una cruzada contra la corrupción con base en
el trabajo de la Secretaría de la Contraloría (SC) recibe un revés político, porque su sucesor
Pablo Gómez no defendió el caso por el contrario, aunque sus investigaciones en la UIF
mantienen al jefe del Clan Sosa en prisión domiciliaria por defraudación fiscal, desvío de
recursos y delincuencia organizada.
