Alberto Witvrun.- Con un actuar cuidadoso, pero con posición firme la dirigencia de la Sección XV del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) transitó bien y evitó el conflicto
logrando que la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) pagara el aguinaldo al
personal homologado que rondó globalmente en los 128 millones de pesos.
El riesgo de un rompimiento estuvo presente, pero se diluyó con la disposición al dialogo
evitando protestas que no convienen a la entidad en esta etapa de cambio de régimen,
aunque hubo quien pronosticó tensión en las negociaciones lo que fue todo lo contrario
en el discreto encuentro entre el gobernador Julio Menchaca Salazar, el secretario de
Educación Natividad Castrejón Valdez y el dirigente sindical Said Vargas Sáenz.
Ahí se mostraron tres cosas: voluntad política del gobernador que tiene como prioridad la
educación; la operación política del secretario y la habilidad del dirigente sindical para
llevar a la mesa no sólo el retraso en el pago de aguinaldo a los poco más de 2 mil 600
homologados, porque llevó un pliego petitorio con temas estratégicos que conforme se
resuelvan serán respuesta a las demandas del magisterio.
En este escenario no faltó quien intento meter ruido y filtraron quejas sobre
persecuciones que no se han probado, por el contrario, la política de acudir a los centros
de trabajo le está dando buenos dividendos a la Sección XV y existe un cierre de filas en
torno a Vargas Sáenz que consolida al equipo y esta generando la reconciliación en
diferentes regiones de la entidad.
La posición del SNTE, también fortalece a su brazo político que participó de aliado
electoral para concretaren las urnas el cambio de régimen contribuyendo con 81 mil votos
al triunfo de Julio Menchaca, sin que esto haya sido a cambio de posiciones o cargos en la
estructura gubernamental, porque se privilegió el proyecto donde la educación tiene un
papel preponderante.
