Alberto Witvrun.- Francisco Mojica Mojica, abogado, poeta, historiador, cronista y priista, concluyó su ciclo
vital y deja un espacio difícil de cubrir como el que dejaron hace casi 10 años los
sacerdotes católicos Pablo Hernández Clemente, Samuel Mora Castillo y en especial José
Barón Larios, personajes que desde su posición e ideología contribuyeron a transformar a
la Huasteca de una región en la que se desarrollo el conflicto agrario y social
postrevolucionario más importante a una zona con potencial pero aún con altos niveles de
pobreza.
Mojica Mojica sostuvo interesantes discusiones con Barón Larios, presencie varios de ellos
siempre amistosas llenas de información sobre los acontecimientos de las décadas de los
setenta y ochenta, dos visiones diferentes, dos ideologías opuestas en lo político y a veces
en lo social ambas respetables, lo que me permitió ampliar mis conocimientos sobre lo
sucedido en la región.
El trabajo reporteril se facilitó conociendo antecedes históricos y personajes que fueron y
son actores del acontecer de esta región donde reinaron los terratenientes que fueron
destronados por el movimiento indígena independiente que derramó mucha sangre y que
tiene registradas varias masacres: Tzacuala, Chinguiñosos, Huizotlaco y los asesinatos de
Humberta Hernández, Pedro Beltrán, Benito Hernández, Anacleto Ramos y muchos más.
El surgimiento de organizaciones clandestinas y semiclandestinas varias integradas en el
Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata; la llegada de la educación media
superior y superior como amortiguador social, como lo fue el reparto agrario, proyectos
que no eliminaron la pobreza por la terca insistencia de los gobiernos de desarrollar la
zona “uniéndola” con una carretera en lugar de sumarla a la economía del Golfo de
México.
Más de cuarenta años incluso de ocurrencias como las micropolis de Guillermo Rossell o el
parque industrial de Manuel Ángel Núñez o la planta seleccionara de naranja que era en
realidad de limones de Adolfo Lugo Verduzco pasando por el enriquecimiento de unos
cuántos desde el gobierno municipal o a través de la obra pública no siempre bien
ejecutada.
A esa región con menos marginación, con mayores servicios e infraestructura, pero donde
no ha podido erradicar la pobreza es a quienes sus síntomas de mejoría social, se debe a
estos personajes que ya se marcharon y no lograron ver lo que deseaban para su
Huasteca.
