Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Es falso que, al retomar el control de la cementera La Cruz Azul asentada en Jasso, Tula, los consejos de administración y vigilancia dirigidos por José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel, tengan la intención de desconocer la relación laboral y desaparecer a las cooperativas que históricamente han trabajado el núcleo, como lo acusó el grupo que hoy tiene en control dicha planta.
En estos términos se expresaron simpatizantes al grupo de Socios por la Transparencia, quienes afirmaron que la existencia y el trabajo para las Cooperativas La Unión, Cuauhtémoc y Juárez, está garantizado, a diferencia de lo que aseguró Federico Pozo en conferencia el pasado 26 de julio.
Uno de los informantes consideró que la práctica de los “Billystas”, como catalogó al grupo de Federico Sarabia Pozo y Alberto López Morales, de aparecer de vez en cuando a ofrecer ruedas de prensa a decir falsedades como la anterior, es una muestra de que “están dando patadas de ahogado” porque saben que, cuando se dé la transición en el gobierno del estado ya van para afuera.
Indicó que, al cambio de poder, la legalidad se impondrá en la entidad, y, aunque no será de inmediato, saben que la llamada disidencia podrá recuperar la planta cementera de Jasso y por ello Federico Sarabia y Alberto López están tratando de confundir y hacerse las víctimas, para ganar los adeptos que ya no tienen: “saben que el control que tienen sobre la fábrica es ilegal, y si los sacan, lo perderán todo”.
Otro de las fuentes aseveró que la disidencia no es responsable de la violencia generada para recuperar la cementera, sino que se trata de autoatentados para desvirtuar, para que los socios se confundan y se vayan del lado de los supuestos desprotegidos, pero indicaron que es claro que no será así.