Miguel Á, Martínez. Tepeji del Río. Con temor y zozobra vive el núcleo de la empresa cooperativista La Cruz Azul, tras la advertencia que se hiciera la tarde – noche de este domingo mediante un comunicado acerca de una nueva acometida para tratar de tomar el control -por la fuerza- de la fábrica de cemento de Jasso, Hidalgo, de parte de la disidencia.
Familiares de trabajadores y socios de la firma quienes prefirieron no ser identificados por temor a represalias, dijeron que, aunque la madrugada de este lunes “no pasó nada de lo previsto, debido a que ahora sí, hubo intervención de autoridades estatales y federales para prevenir que ocurriera una desgracia, sí hubo inquietud y temor por lo que pudiera suceder.
Admitieron que el conflicto interno que hay por el control de la cementera, que, originalmente era únicamente de los socios, para este momento, pareciera que ha alcanzado a la comunidad, a quien le ha robado por consiguiente la tranquilidad, al grado de que ya viven pensando en un ataque, en la desgracia.
La esposa de un trabajador de la cementera señaló que ya no quieren vivir con miedo y dijo que están en riesgo absolutamente todos los que son cercanos a Cruz Azul o alguna de sus localidades próximas: esposos, hijos, parientes, amigos, conocidos, “todos, todos, están en peligro de que les ocurra algo”.
Sostuvo que no es justo vivir de esta manera, que lo único que quieren es vivir en paz nuevamente, y que, si las partes en conflicto han decidido arreglar el asunto en tribunales, que lo arreglen en esas instancias, pero bien, sin necesidad de recurrir a la violencia o a los asesinatos, como el pasado 27 de abril.
Por último, hizo un reconocimiento a las autoridades superiores, sin especificar cuáles, porque está vez hubo respuesta contundente para prevenir que la fábrica de cementos sufriera destrozos y sobre todo hubiera ataques entre cooperativistas, ya fuera de uno u otro bando.