Alberto Witvrun.-Las luces ámbar en el Clan Sosa requiere de mayores ajustes en la estructura de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) que le permitan a Gerardo Sosa fortalecer sus estructuras de control debilitadas por la falta de liderazgos mientras crecen las voces disidentes principalmente en las comunidades estudiantil y académica al tiempo que sus negociaciones directas se dirigen a apoderarse de varias delegaciones federales.
Los movimientos de imponer a Agustín Sosa Castelán como secretario general del Sindicato de Personal Académico (SPAUAEH) y llevar a la secretaría general a Octavio Castillo Acosta que renuncio a la dirigencia sindical, no son todos porque se consideró que hay flancos vulnerables que se tienen que cubrir urgentemente porque de ello se depende mantener en su poder a la Autónoma como desde hace 40 años.
En reunión urgente Gerardo Sosa dio instrucciones para el relevo en la presidencia del Patronato Universitario que dejaría la diputada federal Lidia García Anaya al más dócil de todos los rectores por él impuestos: Humberto Veras Godoy quien le tiene jurada lealtad desde 1978 en que lo hizo presidente de la sociedad de alumnos de la Escuela de Medicina y la mantendría en estratégica posición.
Los movimientos incluyen a la ex diputada federal Marivel Solís Barrera encargada de la asociación Que Siga de la Democracia como Plan B para relevar de la rectoría a Adolfo Pontigo Loyola, concesión a Damián Sosa Castelán su impulsor, además aseguran que Gerardo Sosa negocia en la Secretaría de Gobernación delegaciones para los ex diputados locales Rafael Garnica Alonso y Jorge Mayorga Olvera.
De concretar estos movimientos el Clan Sosa, se blindaría sin importar quien gane las elecciones el 5 de junio, ante el fundado temor de que ninguno de los dos candidatos considera respaldarlo porque es necesario permitir la democratización de la UAEH, sujeta al control vertical y porril de Gerardo Sosa Castelán desde 1982.