Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Cuentahabientes de la sucursal Bancomer alertaron sobre una serie de llamadas telefónicas que, desde hace cuatro días han recibido de manera insistente, y que, al parecer son del tipo fraudulentas.
Llamaron a la Secretaría de Seguridad Pública local (SSP) a tomar cartas en el asunto a través de su área cibernética a fin de dar con el origen de las llamadas y determinar si son o no delictivas.
Los agraviados comentaron que hasta ahora han detectado cuatro números (al parecer celulares): 55 3135 8825; 5633911301; 56 3524 8515 y 5635240902.
Indicaron que, al responder la llamada, un supuesto ejecutivo ofrece una “cortesía para vacacionar” debido al excelente historial sobre el uso de determinada tarjeta y que les comentan que para reclamar el premio es necesario llevar una identificación oficial, una tarjeta bancaria y un código que al beneficiario se le proporcionará en el salón de un hotel ubicado en Atitalaquia, en horario de 16 a 21 horas.
Por si no fuera suficiente, aseguran que este lunes les llegó una información similar vía WhatsApp, pero con la aclaración de que se deslindan del ma Guillermo Bello.- Clausura la CAASIM toma clandestina que se ubicó en un domicilio particular en el municipio de Zapotlán de Juárez, la cual, presuntamente abastecía a carros cisterna a través de un depósito conectado de manera ilícita a la red hidráulica.
La Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (CAASIM) realizó la clausura de una toma clandestina localizada en un domicilio particular de la localidad de San Pedro Huaquilpan, en el municipio de Zapotlán de Juárez.
La localización de esta toma clandestina se debió a la denuncia anónima, instalación a través de la que, presuntamente se abastecen carros cisternas por medio de un depósito conectado de manera ilícita a la red hidráulica, por lo que elementos del organismo acudieron a verificar y suspender la toma.
Durante la inspección realizada por personal de las Direcciones Comercial y de Operación Hidráulica efectuaron los trabajos técnicos necesarios para retirar la red de distribución construida en el predio, con la que se presume se llenaban las pipas.
Derivado de la localización de la toma clandestina, se inició el proceso para determinar la sanción a la que será acreedor el propietario o poseedor del predio localizado en la calle Niño Perdido, en la demarcación referida, misma que podría oscilar entre las 12 y 60 UMAS, así como el consumo presuntivo que se determine por la sustracción de agua.
La línea de distribución clandestina estaba conectada a través de una manguera de polietileno de media pulgada, a través de la que se realizaba la ordeña de agua y con la que se llenaban las pipas y una cisterna, sin que el líquido pasará por algún medidor.