Alberto Witvrun.-Las turbulencias al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvieron efectos secundarios y superados estos mientras transcurren las campañas para sucederlo el gobernador transita sin sobresaltos en la recta final de su administración que fue sui generis porque el presidente de la República es de otro partido y por la pandemia que azotó al mundo lo que frenó proyectos para el mayor crecimiento de Hidalgo.
Además tuvo que enfrentar dos legislaturas con mayoría opositora y confrontar enemigos políticos y recuperar la estructura perdida por su partido en las elecciones municipales, lo que no pudo continuar en las elecciones federales por la intervención de la dirigencia nacional que impidió por lo menos otros dos triunfos en distritos federales y varios estatales electorales.
Fayad Meneses en la polémica que sostuvo con el presidente nacional del PRI salió airoso porque ya probó que ni vendió la plaza ni dejará al partido que le dio la oportunidad de ser presidente municipal de Pachuca, diputado federal, senador y gobernador del estado y, que le dio su respaldo a la candidata de la coalición Va por Hidalgo, no obstante, su inconformidad con la forma en que se definió la postulación.
Concluyendo su administración difícilmente aceptaría una embajada como Alejandro Moreno Cárdenas aseguró, por el contrario, hay señales que sin importar el resultado de las elecciones se mantendrá en el PRI y, que personajes y sectores inconformes con el dirigente nacional ya lo ubican como un aspirante natural opositor a la presidencia nacional de ese instituto político.
No es su única alternativa, pero ahora le ocupa concluir proyectos y obras en proceso de su gobierno e iniciar en forma transparente el proceso para la entrega recepción de la administración estatal, en suma Omar Fayad se mantendrá activo en la política y será actor en procesos por venir en el corto y mediano plazo.