Alberto Witvrun.-La cumbre priista en el Galván con sabor a enchiladas y cecina envía la señal a personajes que sexenio tras sexenio ocuparon cargos públicos y de elección popular, de que es el momento de regresar algo de lo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) les ha dado, que no es poco al mismo tiempo que alienta a sus estructuras y militantes ante la amenaza seria de la alternancia en el gobierno estatal.
El encuentro de los ex gobernadores con el mandatario estatal establece abierto respaldo a la candidata de Va por Hidalgo Carolina Viggiano Austria en la emblemática Huasteca donde sus adversarios aseguran que los vientos no son favorables al tricolor, pero observa importante recuperación en los últimos procesos electorales al ganar la diputación federal.
En la elección de ayuntamientos ganaron San Felipe Orizatlán, Huazalingo y Yahualica, además en Tlanchinol se ubicó en segundo lugar y compitieron seriamente en Huautla, Atlapexco y Huejutla, pero también es cierto que el candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Julio Menchaca Salazar para la mayoría de encuestas mantiene ventaja en las preferencias electorales.
Remontables para unos, irreversibles para otros, por lo que se prevé cerrada contienda con múltiples factores que quien mejor los maneje inclinará la balanza de los votos a su favor, por lo pronto los ex gobernadores lo mismo que otros actores principales de la clase política priista, entendieron que si no hay verdadera unidad sus posibilidades de retener el gobierno estatal son pocas.
Si pierde Carolina Viggiano, pierden todos, si gana, ganan todos, de ahí la importancia de eliminar la simulación, aunque todavía hay quien se resiste, como sucede con algunos personajes en el Valle del Mezquital, que mantienen sus “descalificaciones” a quienes culpan de su desplazo, porque no lograron las posiciones pretendidas y no abonan nada a la unidad aunque se dicen amigos de la candidata.