Alberto Witvrun.-De familia originaria de Maguey Blanco, tras su paso por la oficina de Atención al Migrante y por la presidencia del Concejo Municipal Interino de Ixmiquilpan, Enrique Simón Romero es objeto de ataques que buscan descalificar su llegada a la presidencia del Comité Directivo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de esta municipalidad donde es oposición desde hace tres administraciones.
El principal argumento que se quiere utilizar en su contra es que fue colaborador de Héctor Pedraza Olguín y se quiere insistir en que su “impulsor” es el jefe político del degradado Consejo Supremo Hñahñu (CSH) Roberto Pedraza Martínez que al amparo de su amistad con la candidata al gobierno de Hidalgo de la coalición Va por Hidalgo, Carolina Viggiano Austria quiere reverdecer laureles.
Pero no, Simón Romero quien además es de una nueva generación con preparación académica, tiene una maestría, viene creciendo con base en sus capacidades la que mostró en el Concejo Municipal, lo que le valió que su propuesta pasara el tamiz del gobernador y de la candidata para llegar a la presidencia del PRI Ixmiquilpan, porque está bien calificado por los ixmiquilpenses.
Fue sugerencia salida del segundo piso de Palacio de Gobierno como llega al Consejo Municipal Interino, por la polarización que existe en el priismo de ese municipio y la falta de caras nuevas para tratar de que el PRI recupere presencia y credibilidad ante el desgaste de quienes alguna vez fueron sus lideres, como se gana oportunidades, sobre todo ahora que la administración de Araceli Beltrán Contreras naufraga. La relación de Enrique Simón con Héctor Pedraza y con la diputada local Erika Rodríguez es cordial y de respeto; su actuar obedece a un sentido de institucionalidad, no a Roberto Pedraza ni al CSH, lo que puede ayudar a la candidata de Va por Hidalgo en ese emblemático municipio del Valle del Mezquital.