Tenía varios años que el Pachuca no iniciaba un torneo corto en los primeros tres lugares en la cuarta fecha y es extraño, pero es válido reconocer la labor de su técnico, Guillermo Almada, no sólo por los puntos logrados, sino por el desempeño del equipo.
Debemos aclarar que el Pachuca cuenta con la base de la plantilla anterior, incluyendo los canteranos, a quienes se les viene dando la misma o mayor parte de minutos, cobijados por los de mayor experiencia.
Así como en su momento se criticó la carencia de otros técnicos para armar un grupo aguerrido y con un sistema bien definido, ahora está por demás elogiar a Almada, porque, con el mismo material humano, los Tuzos han mostrado otra cara.
Debemos estar conscientes que el campeonato aún es muy joven y no se pueden echar las campanas al vuelo, pero el desempeño de los Tuzos, sus movimientos, orden y la agresividad en la cancha dan una esperanza a sus seguidores de algo más.
Almada y sus pupilos se mantienen en este momento en la tercera posición de la tabla general, abajo únicamente de la revelación (Puebla) y del Atlas, que aún conserva su imagen de campeón, con 10 unidades por 9 de los Tuzos.
Son matemáticas, son números que no engañan a nadie y que se convierten en una motivación y una esperanza para seguir por ese camino y el equipo recobre esa imagen que lo encamine en primer término a la recta final, con ese futbol espectacular, deseado por todos y ya habrá tiempo de comentar su capacidad para llegar a disputar el ansiado título.