Alberto Witvrun.-La confrontación en el Revolucionario Institucional (PRI) por la candidatura al gobierno de Hidalgo, no es nada nuevo o extraordinario, la diferencia es que se hizo pública y esta vez hay serio riesgo de alternancia en el gobierno estatal, porque la candidata no será en automático la ganadora como en los anteriores procesos.
Las disputas siempre han sido ásperas, pero en lo oscurito; pocas fueron públicas, como en 1998, cuando se quiso transparentar mediante elección interna con 5 precandidatos, que terminó con la imposición de Manuel Ángel Núñez, al desafiar José Guadarrama al gobernador Jesús Murillo, que fracturó al priismo con la posterior afiliación del jacalense al Sol Azteca.
En la sucesión de Núñez; fueron 12 precandidatos, tras tensas negociaciones el elegido fue Miguel Ángel Osorio, bajo fuerte presión porque José Antonio Rojo apoyado por Beatriz Paredes, logró la coordinación del Congreso y, Gerardo Sosa el PRI estatal con la promesa de ser candidato a Senador en 2006, pero solo le dieron la diputación federal plurinominal, que fue su pretexto para “jugar” en otros partidos, hasta renunciar al PRI.
Omar Fayad fue el primero en declinar, Alberto Meléndez, a pesar de ser amigo de Osorio, el último; la tensión creció cuando cercanos a Rojo, intentaron registrar a Esteban Ángeles para dificultar la postulación de Miguel Osorio, enterado, el gobernador Núñez, fue por él y se lo llevó al partido de los tuzos.
En la sucesión de Miguel Osorio, finalistas fueron cuatro: Jorge Rojo, que era el de mayores posibilidades; Omar Fayad, el mejor posicionado; Carolina Viggiano y Francisco Olvera, el de menor posicionamiento y alcalde de Pachuca, fue el elegido, la tensión esta vez fue menor por la fuerza política y control del gobernador.
Aún así sumar fue complicado a pesar de que Omar Fayad fue al PRI y Jorge Rojo coordinó la campaña, así la ventaja de 17 puntos de Francisco Olvera sobre Xóchitl Gálvez se desvaneció a 4 puntos. Pero el relevo más difícil fue el de Olvera por estar confrontado con Miguel Osorio, secretario de Gobernación y porque se opuso férreamente a que fuera Fayad.
Francisco Olvera apoyó a David Penchyna, buscando un choque con Omar Fayad, para intentar colar a Fernando Moctezuma como tercero en discordia, no pudo, pero desestructuró al PRI, que apenas ganó 21 ayuntamientos por el crecimiento ficticio del Encuentro Social (PES) que ganó 8 presidencias y porque hicieron perder a candidatos priistas en una veintena de municipios.
Por eso no debe extrañar la actual disputa, la diferencia es que hoy fue pública y por las circunstancias, no será fácil lograr una verdadera unidad, pero de hacer efectiva la regla de que los priistas son siempre capaces de ponerse de acuerdo, la competencia será altamente competitiva con serias posibilidades de triunfo.