Miguel Á. Martínez. Atotonilco de Tula. En protesta por la interrupción de energía eléctrica al pozo Nuevo de Conejos -que suministra del vital líquido a por lo menos cinco localidades de Atotonilco de Tula- pobladores de las comunidades afectadas se manifestaron al exterior de la Planta Tratadora de Aguas Residuales de la demarcación (PTAR).
Sin un líder visible, en entrevistas separadas, los pobladores dijeron que la problemática deriva de la falta de agua que tienen en sus domicilios desde hace poco más de dos meses, derivado de que los directivos del complejo de tratamiento no les quieren suministrar la energía con la que opera el pozo, a pesar de que, presuntamente así se estipuló en el pasado.
Los habitantes explicaron que, cuando llegó al municipio la PTAR, en 2009, no les dijeron que el antiguo cárcamo que abastecía a las tres secciones de Conejo, además de las localidades de San Antonio, San José y El Portal iba a quedar dentro del territorio de la planta, lo que causó inconformidad hasta que se logró la reposición del mismo de parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Tiempo después, recordaron, hubo negociaciones para que el consorcio que opera el complejo de tratamiento, Aguas Tratadas del Valle de México, suministrara de energía al pozo Nuevo Conejos, del que dependen los cinco núcleos poblacionales.
Juan Ángeles, delegado de la segunda sección de Conejos, aseveró que el tema ya se había tratado en días anteriores, y que se había llegado al acuerdo de que ATVM seguiría alimentando con energía al pozo, lo cual incumplió. Dijo que los representantes de la firma, hasta se han burlado de la ciudadanía.
Mientras tanto, Santiago Tello, habitante de San Antonio refirió que por un tiempo se hizo así, pero que hace dos meses sin mediar palabra, de buenas a primeras la empresa dijo que no estaba obligada a suministrar de electricidad al pozo, lo que afecta directamente a miles de habitantes, quienes a partir de entonces se quedaron sin el recurso.
Aseveró que el pueblo ya se encuentra en un hartazgo máximo, y que si no son atendidos en sus demandas, ya están dispuestos a clausurar definitivamente a la PTAR, ante los perjuicios históricos que les ha traído, tales como contaminación, fugas de gas, y malos olores.