Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Vecinos y comerciantes de la carretera Tula – Refinería, a la altura de la colonia El Cielito se quejaron de que, el pasado domingo, a raíz de la ampliación y modernización de esa vía por parte del gobierno municipal se padecieron inundaciones que nunca se habían dado y que llegaron a rebasar el medio metro de altura.
Los quejosos denunciaron que el excedente de agua pluvial que se anegó, provocó que esta comenzara a mezclarse con los líquidos residuales de un canal de agua negra que cruza en la citada zona, por lo que se hizo “un apestadero” en los establecimientos cercanos.
Además, lamentaron que, esa tarde, los negocios de comida estaban llenos con motivo de la celebración del Día del Padre, pero que toda la clientela salió huyendo a partir del ambiente poco agradable que se hizo, además de que el mal olor hizo que algunas personas incluso volvieran el estómago.
Los propietarios de negocios, quienes prefirieron no ser identificados por temor a represalias, criticaron que, a pesar de que, en la obra se aplicaron más de 11 millones de pesos, en realidad son unos trabajos de porquería, que no sirven para nada y los que deben ser corregidos de inmediato, antes de que la verdadera temporada de lluvias esté en proceso e incluso pueda provocar una desgracia.
Llamaron al gobernador Omar Fayad Meneses a tomar cartas en el asunto, a fin de que se hagan las correcciones pertinentes, ya que en el municipio no hacen caso de sus reclamos.