La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Estados Unidos de Norteamérica podría generar empatía en los migrantes que le siguen y favorecer en las urnas a su homologo Donald Trump; sin embargo en el panorama local bajo la amenaza de una crisis económica resultado de la emergencia por Covid-19, se debería dejar en segundo plano la urgencia electoral para priorizar la reactivación económica y el rescate del tejido social, consideró el politólogo Alfredo Alcalá Montaño en entrevista para Vía Libre.
El presidente del Instituto de Ciencia Política y Sociales de Hidalgo A.C. (CPS) calificó el encuentro entre los Jefes de Estado como una estrategia importante dada la urgente reactivación económica en medio de la pandemia.
“Hay que entender el papel geoestratégico que tiene México, no es casualidad que la reunión haya sido allá porque Estados Unidos es nuestro principal socio comercial. Fue estratégico porque fue en un momento en el cual estamos todavía enfrentando una crisis sanitaria y vendrán otras igual de graves como la económica y sin su apoyo y respaldo la fragilidad de la economía mexicana se verá afectada”.
De acuerdo al análisis del también consejero electoral de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Hidalgo, AMLO abandonó su postura como candidato para imponerse sobre Trump con un discurso diplomático.
A su parecer quedan pendientes a discusión los temas de seguridad, armas y migración. Sobre este último y al respecto de la gran presencia de hidalguenses trabajando en el país vecino que generan millonarias remesas, estimó que AMLO podría “traerle favores electorales a Trump ya que le acerca el voto latino. Él sabe que necesita obtener los votos que no ha obtenido para ganar la reelección”.
Pronosticó a partir de este hecho cambios en los discursos políticos durante las próximas elecciones en ambos países.
Bajo su criterio también habría ajustes sobre las inversiones extranjeras que operan en la entidad, específicamente sobre las ya pactadas durante la gestión de Omar Fayad Meneses, como la automotriz China Jac Motors.
Por Eunice L. Rodríguez