Ixmquilpan.- Algunos desarrollos turísticos de esta municipalidad, agremiados a la Asociación de Balnearios y Parques Acuáticos de Hidalgo, demandan rescate del gobierno del estado, para poder enfrentar la crisis económica, derivada de la contingencia sanitaria actual, que no se ve para cuándo concluya y por tanto aún no les permite reabrir sus puertas al público.
Informes de la Subsecretaría de Gobierno de la Región Valle del Mezquital, a cargo de Álvaro Mera Domínguez, indican que los asociados de por lo menos cinco balnearios y tres centros ecoturísticos ixmiquilpenses son los que ya solicitaron, ante esa dependencia, una mesa de trabajo con representantes las secretarías estatales de Gobierno, Turismo y Cultura, Desarrollo Agropecuario y Desarrollo Social.
Lo anterior, para buscar mecanismos de apoyo económico, en favor de algunos destinos turísticos ixmiquilpenses, para que estos puedan sufragar los salarios de sus trabajadores, principalmente, pues ya sumaron dos meses y algunos días de que no tienen ingresos monetarios, luego de que el 24 de marzo pasado cerraron puertas, en voluntaria observancia a las medidas preventivas de la pandemia que entonces apenas comenzaba.
A la par, las empresas sociales aglutinadas en dicho gremio, presidido por Anel Torres Biñuelo, también plantean la necesidad de que se adecuen nuevas estrategias sobre difusión de los destinos turísticos y atracción de paseantes, pues no será lo mismo luego de que pase la pandemia, más porque este sector representa quizá el de mayor aporte económico en este municipio y por tanto consideran urgente la intervención del gobierno estatal.
Según estimaciones de la Asociación de Balnearios y Parques Acuáticos de Hidalgo, son alrededor de 180 millones de pesos las pérdidas económicas, durante la reciente Semana Mayor, tan sólo en los destinos turísticos ixmiquilpenses, de los cuales algunos también ya comenzaron sortear problemas frente a instituciones crediticias. Hasta este martes 26 aún no se tenía prevista alguna mesa de trabajo entre dicho sector y el gobierno estatal.
Por Arturo G. Alanis