Alberto Witvrun.-“Chuchuchu…Chuchuchu…” y sigue avanzando el trenecito Bartlett de la sospecha de deshonestidad y corrupción que hizo una parada en la estación Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS Hidalgo) donde entregó el pedido más caro de ventiladores para intubar a los enfermos graves de Covid – 19, que se jura y perjura la adquisición se hizo conforme a la norma.
La delegada Claudia Díaz Pérez defendió con todo la compra, “tratamos con razones sociales, con empresas, no con personas” y además sostuvo que era mejor comprar caro que no tener equipo para enfrentar la pandemia, expresiones que son por demás irresponsables e incomprensibles, que al final terminaron con la orden presidencial para que la Secretaría de la Función Pública, la misma que exculpó las omisiones sobre la fortuna del “maquinista” Manuel Bartlett Díaz y compañía, haga una investigación de este caso.
Se entiende que luego de la denuncia de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) se trate de proteger a un personaje como Bartlett y en este caso a su hijo León Manuel, por la venta de los ventiladores al IMSS Hidalgo con un sobre precio, porque aceptarlo y sancionar esta compra, significaría demostrar que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se equivocó en designar director de Comisión Federal de Electricidad (CFE) al maquinista del Trenecito Bartlett.
Pero atender los argumentos de la delegada Claudia Díaz Pérez, es risible, para realizar la adquisición debieron solicitar el acta constitutiva de la empresa Cyber Robotic Solutions y en ella obviamente que aparece el nombre de Bartlett Álvarez y decir que es preferible comprar caro que no tener equipo, es un error porque hay empresas que tienen este equipo a menor precio y en lugar de una veintena de ventiladores, el IMSS Hidalgo pudo adquirir 30 o 40.
En medio de todo este evidente acto de legal corrupción o de amoral adquisición, bandera esencial de la 4T, la maquinaria de aplaudidores del presidente trató de justificar la irregular compra acusando que el responsable de la compra fue un panista, lo que no pudieron sostener en redes sociales por mucho tiempo, mientras el fogonero del trenecito, León Manuel Bartlett Álvarez, tuvo el descaro de decir en redes sociales, que el gobierno de la Ciudad de México, compró a otra empresa ventiladores a un precio mayor, así la deshonestidad caliente que no la honestidad valiente.