Alberto Witvrun.-La pausa que ocasiona la emergencia sanitaria en el proceso electoral para la renovación constitucional de los 84 ayuntamientos de Hidalgo, contrario a lo que se esperaba al interior de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no calmó las agitadas aguas de la selección de candidatos a presidentes municipales, solo convirtieron las pugnas en una silenciosa pero cruenta guerra sucia en muchos de los casos.
El regresó a sus curules de varios de los diputados locales, abrió un nuevo frente porque el clan universitario quiso volver a tomar el control de la bancada en la 64 Legislatura, porque el propósito era ponerla en las manos de su “cachorro” Salvador Sosa Arroyo, hijo de Damián Sosa Castelán, que entró en relevo de Antonio Hernández Vera a quien el jefe Gerardo Sosa Castelán, ordenó no volver al Congreso.
El presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) aprovechó las licencias en bloque para sin importar lo que opine la dirigencia de Morena, pagar facturas internas al llevar al Congreso a su constructor favorito Raymundo Lazcano Mejía en lugar del ex rector Humberto Veras Godoy, porque la constructora de quien fuera regidor por el PRI ha hecho varios favores al jefe del clan.
En Pachuca, no cesan las patadas debajo de la mesa contra los precandidatos Canek Vázquez Góngora y Navor Rojas Mancera; en Tepeapulco Cristian Pulido Roldán, promueve el cambio de la candidatura de género, para poder postularse y en San Felipe Orizatlán el diputado federal Fortunato Rivera Castillo, inició el amedrentamiento a quienes se oponen a la candidatura de su esposa Cristina Sánchez Sánchez, que se dice ya pasaron las amenazas simples.
En Tula de Allende a pesar de que el diputado local Ricardo Baptista González, que promovió un pacto de civilidad entre seis de los siete precandidatos, es objeto de una campaña interna para que se quede en su curul y dejarlo fuera de la pelea por la candidatura y en otra veintena de municipios los forcejeos continúan bajo el argumento de que no hay nada para nadie al no conocerse la lista final de precandidatos.
Todo en medio de la polémica por la emergencia sanitaria, la crisis económica, la pérdida de empleos y la cotidiana caída en la aprobación ciudadana al presidente López Obrador, que sin duda tendrá un efecto en las urnas electorales de Hidalgo y Coahuila, tan luego se reanuden los procesos para ayuntamientos y diputados locales en estas entidades.