Familiares de Fernando M. R. vinculado a proceso el 28 de febrero por el presunto homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, hijo del presiente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) Gerardo Sosa Castelán aseguran que es inocente y que la pistola localizada fue «sembrada» en su vivienda, durante una marcha para exigir justicia.
Señalaron que buscaron a Sosa Castelán pero no los ha querido recibir, «él Sosa, sabe que Fernando es inocente» precisó su tío Jesús Ríos Castañeda.
Agregó que los unía una amistad con la familia del ex rector y expuso que el padre de Fernando prestó sus servicios a la UAEH por 35 años.
El imputado, agregó, es psicólogo y se desempeñó como trabajador en el rancho Yemila, renunció 15 días antes del asesinato el 23 de febrero de 2019.
«Nosotros lo que pedimos a las autoridades, al procurador, que no nos ha querido recibir, es que somos gente de bien, que él, su esposa e hijo fueron atropellados y sacados hace tres semanas y media de su casa casi desnudos. A él lo tuvieron encapuchado», sostuvo Jesús Ríos Castañeda.
Indicó que en el cateo hubo partes que no fueron revisados. Además de que los tiros fueron hechos por un «profesional», pues estaban dirigidos a su tórax, sin impactar los vidrios del auto.
Por las irregularidades, acudieron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y acudirán incluso a instancias internacionales.
«Violentaron las puertas, sacaron a su esposa y a mis sobrinos a las cinco de la mañana. Cuando se hace un cateo debe haber testigos y no hubo nadie», explicó Ríos Castañeda en el recorrido de la plaza Independencia a la Plaza Juárez.
Aseguró que como existe un pleito entre la Universidad y el gobierno del estado, el caso toma tintes políticos, por lo que buscarán acercamiento con otras instancias como el gobierno federal y el Congreso de la Unión.
Por Oliver García