Alberto Witvrun.-El homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, hijo del presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) considera resuelto porque al presunto responsable se le vinculo a proceso por una jueza de control, dará mucho que hablar en los siguientes días de acuerdo a información que empieza a conocerse.
De acuerdo a lo que apenas se sabe, el presunto responsable Fernando R.M, fue detenido a un año de que se cometiera el atentado, simultáneamente a un doble cateo simultáneo, donde apareció la supuesta arma marca Colt calibre 45, cuyo peritaje aún no se conoce, para determinar si fue la misma de donde salieron la balas que terminaron con la vida del joven profesionista.
Tan bien esta la versión contraria a la de las autoridades de que fue despedido, ya que se asegura fue él quien renunció al empleo, porque proyectaba montar un negocio, lo que finalmente hizo y que fue el lugar donde fue detenido por los agentes de investigación: una cocina económica en el primer cuadro de Pachuca, de donde es originario, lo cual tratará de hacer valer su defensa.
Hay muchas dudas en torno a este caso, como el que el inculpado solo fue entrevistado una sola vez por los agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia en las primeras indagatorias en los días subsecuentes al 23 de febrero de 20 19 y, hay temor en sus familiares de que se esté fabricando a un culpable, porque existen inconsistencias que no han sido contempladas.
Sin duda este caso se ha convertido una papa caliente para el procurador Raúl Arroyo González; porque conoce bien a Gerardo Sosa Castelán del que fue cercano colaborador, y de quien se distanció luego de frenó sus aspiraciones de ser rector y también conoce al padre del presunto culpable, quien por décadas fue funcionario de la UAEH, así que habrá que esperar el desenlace.