Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- El rastro municipal, en voz de su titular, Perla Altamirano Cardoso, garantizó prácticas de trabajo e higiene así como el sacrificio humanitario de los animales, avalados por la norma oficial mexicana 083 ante el incremento en la demanda de productos cárnicos en esta temporada navideña.
Asimismo informó que en cualquier fecha del año se atiende tanto a tablajeros e introductores así como a particulares, a precios módicos.
Sin embargo señaló que en estas fechas de festejos decembrinos, se incrementa la atención a particulares que pueden llevar a sacrificio inclusive a borregos, porcinos o reses.
La demanda de atención se incrementa al doble en fechas para las comidas y cenas navideñas, toda vez que en un día de fecha normal se llegan a sacrificar hasta 30 porcinos y en fecha alta se rebasa el número de 60.
Es decir, un animal que ingresa al que no se le hará sufrir, lo menos posible, un trato digno por lo que esa carne tiene menos toxinas a diferencia de otros animales que son sacrificados en traspatio, lastimándolos y que les produce estrés y se refleja en la calidad de la carne.
Este centro de sacrificio animal cuenta desde hace dos años, con la certificación de su titular, la directora y médica veterinaria zootecnista, Perla Altamirano Cardoso.
Las instalaciones del rastro municipal siguen con un proceso a fin de que el animal entre con menos temor, donde no es sometido a golpes. Se tienen mangas, rampas y demás aditamentos necesarios con el manejo del personal calificado.
Además explicó que se inspecciona que el animal no esté enfermo y se revisa la carne al final del proceso para garantizar la inocuidad, que no esté contaminada con otros materiales.
Por último detalló que se cuenta además con el sello fechador, el cual tiene la fecha de sacrificio y se sabe el tiempo de anaquel para poder consumir en una semana, de forma tal que el consumidor puede detectar la caducidad.