Tras la explosión del ducto de Pemex el pasado 18 de enero en Tlahuelilpan, cerca de 194 menores perdieron a uno de sus dos progenitores y sólo existió un caso de tres hermanos que quedaron huérfanos de madre y padre.
Sin embargo, se encuentran al cuidado de la abuela materna, lo que significa que ningún niño quedó desamparado o al cuidado del Sistema DIF estatal, informó la titular del organismo, Patricia González Valencia.
Explicó que aquellos menores que perdieron a uno de sus progenitores, automáticamente el padre o la madre que exista se queda con la custodia de los pequeños, sin la necesidad de realizar algún trámite legal.
En el caso de los tres infantes que quedaron huérfanos de padre y madre se tuvo que realizar un procedimiento de custodia legal para proteger el bienestar de los pequeños.
De acuerdo con los datos proporcionados por la titular del Sistema DIF Hidalgo, 69 son originarios del municipio de Tlahuelilpan. Asimismo, en Tetepango existe un menor con esta condición, en Mixquiahuala dos, en Tepetitlán dos, en Ajacuba tres, 10 en Atitalaquia, en Tezontepec de Aldama 42 y en Tlaxcoapan 55.
Además, un menor más que radica en Uruapan Michoacán y dos adolescentes que viven en Guatemala, también perdieron a sus padres en aquella explosión.
Por su parte, Karina Ramírez Jiménez, señaló que después de la explosión nacieron siete bebés y las madres de estos pidieron el apoyo para que sus menores tuvieran el apellido del padre fallecido.
Por Itzell Molina