Alberto Witvrun.-Un grupo de iglesias que puede decirse de dulce, chile y manteca, convocaron el pasado sábado a la Marcha por la Vida, como parte de la lucha en contra de la legalización del aborto, pero fue curioso ver como algunos partidos políticos trataron de sacarle provecho a esta postura de un sector de la población, que además hay decirlo están en su legítimo derecho de expresarse.
Se apreció una mezcla de católicos, cristianos y evangélicos exigir la penalización del aborto por considerarlo un delito y desde su particular óptica considerar homicidio la práctica del aborto, aunque con diferentes tamices, unos radicales y otros menos conservadores pidiendo prohibirlo pero sin criminalizar a las mujeres, como sea este sector de la población fijo su postura en contra de la tendencia a permitir el aborto.
Lo preocupante, es que está movilización fue aprovechada por personajes y partidos políticos para llevar agua a su molino, lo que presume un trasfondo político, cuyo objetivo inicial es descalificar a la fracción parlamentaria del Movimiento de Reconstrucción Nacional (Morena) e incluso si de paso pueden meterle ruido al gobierno de Omar Fayad Meneses, los objetivos se cumplen.
Fue curioso observar como los pastores evangélicos se mostraron discretos, coordinando pero evadiendo los reflectores, tal vez preocupados porque algún reportero les fuera a preguntar su opinión sobre el jefe de la Luz del Mundo, cuya sede en Pachuca, está en San Cayetano, contrario a esa actitud hubo quienes trataron de que su presencia se notara lo que no fue bien visto.
Así aparecieron integrantes del Partido Encuentro Social Hidalgo (PESH) que logró su registro estatal o bien la ex presidenta del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional (PAN) Marisol Vargas Bárcena a lado del yunquista Iván Cortés del Frente Nacional por la Familia; también se dijo que hubo otras manos en la convocatoria de este evento, que no se dejaron ver pero que tienen su particulares intereses políticos que se asomarán en breve.