Alberto Witvrun.-De nada le valió a Gerardo Sosa Castelán la “lana y estructura” que ofreció al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para que le otorgaran las candidaturas que se tradujeron en ocho diputaciones locales y tres federales ni ser tan “chingón” para que la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) le congelara todas las cuentas a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y de paso las de él y las del rector Adolfo Pontigo Loyola.
La jugarreta política de la que se dice ser víctima, viene como diría Varguitas en la película La Ley de Herodes, vendría del “mismísimo Presidente de la República” porque Santiago Nieto Castillo, no se atrevería a dar un paso de esa naturaleza si el jefe del Ejecutivo Federal, no está enterado y dar dos pasos equivocados en el mismo sentido, sería grave, porque con el congelamiento de los más de 3 mil millones de pesos (151 millones de dólares” se pudo recular y hablar de un error.
Pero congelar 224 cuentas bancarias incluyendo las personales habla de que la UIF encontró algo y no es nada que pudieran fabricarle sus adversarios y enemigos políticos; porque en este tema nada tiene que ver el gobernador Omar Fayad Meneses y se prueba que la anterior legislatura no estaba equivocada al aprobar la creación de un órgano se control interno que vigilará las finanzas de la UAEH, que no su autonomía.
Tampoco al subsecretario de Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez se le puede atribuir la llamada persecución de que se dice víctima Gerardo Sosa, porque no está interesado en jugar políticamente en Hidalgo con las responsabilidades que tiene y no vivió la confrontación política y social que en los ochenta su padres +Arturo Herrera Cabañas e Irma Eugenia Gutiérrez, por ser críticos del porrismo vandálico que se apoderó de la UAEH.
Los señalamientos de Santiago Nieto Castillo, son claros atrás de las operaciones financieras de la UAEH, hay corrupción y de demostrarlo la UIF, Gerardo Sosa estará en serios problemas y esta mañana le arrebató la bandera de la autonomía bajo la que quería salir a las calles, y se establece que no es una jugarreta política en contra del “chingón” si una investigación sobre posible lavado de dinero y aún de no comprobársele, ya está marcado por el gobierno federal y permanecerá en el ojo del huracán.
Ahora hay que esperar que valiente y leal legislador o legisladora que llevó a las curules federales y estatales, sale abiertamente en su defensa y pone su pecho por delante, antes de que el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador, termine con la hegemonía de 37 años en la Autónoma del Estado de Hidalgo, algo que seis gobiernos priistas estatales no quisieron o no pudieron hacer.