Alberto Witvrun.-Creado en 1995 a propuesta del secretario de Industria y Comercio (SIC) Manuel Ángel Núñez Soto, quien vio la necesidad de crear un instrumento de interlocución con el sector privado al gobierno de Jesús Murillo Karam, que no fuera el crítico Centro Empresarial de Hidalgo (CEH) filial de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el Consejo Coordinador Empresarial del Estado de Hidalgo (CCEEH) se mantiene como un organismo “palero” con reuniones a modo.
Su primer presidente Jorge Rivera Galindo, fue ampliamente beneficiado al convertirse en el primer presidente, al terminar su gestión lo hicieron titular de la Junta General de Asistencia que administra bienes del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Hidalgo) donde sus cuentas no fueron buenas y, a pesar las graves irregularidades no recibió ninguna sanción.
De esta manera, ha transitado los 24 años, que cumple en agosto próximo, sin en realidad asumir una función crítica y que contribuya a fortalecer al sector empresarial, por el contrario con regularidad se presta para legitimar acciones gubernamentales o bien como escenografía para políticos afines a los directivos en turno como sucedió recientemente.
Edgar Espínola Licona, que fuera presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) con la bendición del gobernador Miguel Ángel Osorio Chong, repite la historia ahora en el CCEEH, al recibir a puerta cerrada al Senador de la República a quien muchos favores debe, con la precaución de no “invitar” a medios de comunicación porque le podían echar a perder la fiesta.
A pesar de la “suavidad” de los dos presidentes anteriores: Eleazar García Sánchez, postulado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a presidente municipal de Pachuca, que encabezó una administración llena de corrupción y su sucesor Sergio Baños Rubio, ex candidato priista a diputado local; Coparmex mantiene autoridad, porque tiene voces críticas que le dan equilibrio, lo que no sucede en CCEEH.